Piedra Parada

Sin dudas Esquel y Trevelin son ciudades privilegiadas por su ubicación geográfica, en pocos kilómetros se puede visitar desde la selva valdiviana a la estepa patagónica. Costas de lagos y juncales de lagunas, cumbres nevadas y pastizales de altura confluyen en la región.

Extremos que no sólo son interesantes por sus contrastes, sino porque en cada uno de ellos se observan diferentes especies de aves adaptadas a cada ambiente. Desde el llamativo sietecolores a dormilonas en las alturas, agachonas, martinetas, cóndores, yal andino, picaflor rubí, paloma araucana, el confiado chucao, son algunas de las especies que conviven en el lugar.

Si bien estos ambientes comparados a otros más cálidos del norte del país son más humildes en variedad de especies, tienen el valor de que muchas de ellas son exclusivas del bosque andino o de la estepa patagónica, no encontrándose juntas en ningún otro sitio.

Piedra Parada es una cita obligada ¿Por qué? Porque es una singular formación rocosa, perteneciente a un volcán, extinguido hace miles de años y se ubica a la vera del río, en medio de una extensa pampa que conjuga en un paisaje bellísimo de la meseta.

Además en ese lugar se ubica el sitio arqueológico en que se registró la ocupación humana más antigua y continua de toda la región (5080 años). Hay fósiles y arte rupestre, además del Cañadón de la Buitrera, una invitación inigualable para escaladores de todo el mundo, con las vistas más increíbles para disfrutar desde cualquier ángulo.

Para poder apreciar toda esta variedad, el recorrido completo se realiza en dos días, tiempo necesario para conocer la mayoría de los ambientes que hay en la zona. También está la opción de hacer un camino más corto de un día.